PRIMERA GENERACIÓN

Don Alonso Martín Casas Cordero, nace por el año 1560, natural de Jerez de la Frontera, España. Llega a Chile en un contingente de 334 soldados recibidos por al Gobernador don Rodrigo de Quiroga el 8 de enero de 1577, en Tucapel. Son muchachos gentiles muy jóvenes, dice el documento vienen a bordo del navío Autni Xuares, desde España. Participa en la sublevación araucana en el sur, con grado de sargento, donde entra de inmediato a la guerra. Allá conoce a Doña Juana Fernández de Almendras Cortes, natural de la ciudad de Valdivia con quien se casa.

Su participación en la guerra de Arauco, fue muy extensa, alrededor de 30 años, por esto, es beneficiado por sus servicios por la Corona de España, con mil cuadras de tierras, en la Doctrina Vichuquén, en un lugar conocido como Hacia la Costa de la Mar, lugar situado en la laguna de Cahuil. Según datos pudo haber sido cautivo.[1] Con fecha 15 de noviembre de 1675 doña Juana al hacer su testamento, de Alonso, señala que es su viuda, y su cuerpo esta enterrado en la Bice Parroquia de Nilahue, y solicita de su albacea, su hijo Alonso, sean sus “guesos” trasladados a la Bice Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes de San Juan Bautista de Chimbarongo. Es conocido a través de varios documentos como Alonso el “viejo”.

"Familias pobladoras de la Doctrina de Vichuquén entre ellos Don alonso Casas Cordero año 1658".

El cura vicario de Vichuquén Don Martín de Oyarzun en un documento del año 1658 [2]hace una relación de sus vecinos en su doctrina, con el fin de obtener ornamentos de culto para su Iglesia y cita a los residentes en la Doctrina:

Alonso Cordero, dos indios en su estancia de hacia la Costa de la Mar.

Francisco Días del Valle esta solo con sus hijos en la estancia hacia la Costa de la Mar.

Bernabé López un indio hacia la Costa.

Teniente Juan de León esta solo en su estancia hacia la Costa con su mujer e hijos.

(Cita de alguno de los muchos vecinos de Alonso)

Los bienes que reúne aparecen el un documento fechado 20 de noviembre de 1686[3] son inventariados, tras la muerte de Juana.

“Lo que se comprueva con lo que oy posee la susodicha que se valore aura el campo que tiene en la costa, con muchas tierras ganados maiores y menores, un molino, dos negros que entraron en su poder, tres mulatas, mucha plata labrada y demas alajas del adorno de servicio de la casa de la susodicha que todo importaría mas de dies mil pesos, para cuya probabilidad pido presente el inventario que hiso de dichos bienes.”[4]

[1] El año 1603 se efectúa un catastro en el fuerte Trinidad en Valdivia de todos los soldados vivos, mujeres, gente que murió por enfermedades, soldados que hicieron fugas, soldados ahogados y al año siguiente se vuelve a hacer una relación de tropas donde se contabilizan, todos los soldados sobre un total de 1646 que en ese momento estaban movilizados en el país y en esta nomina no aparece Alonso de seguro cautivo.

Archivo de Indias Colección Vic. Mackenna vol. 285 Archivo Nacional.

3 Encomenderos y Estancieros Mario Góngora Pág. 62

4 Real Audiencia Vol. 355 fjs. 22 Archivo Nacional.

[4] Otra forma de remunerar los servicios prestados por los conquistadores a la Corona, fue la merced de tierras, por lo que se entregaba el dominio de cierto territorio a perpetuidad, pudiendo el agraciado transmitirlas a sus descendientes, donarlas o enajenarlas. El total de de mercedes de tierras otorgadas en Colchagua desde 1575 a 1706 fue de 346 otorgadas a 236 beneficiados. La mayoría de ellos funcionarios o soldados. En el momento que tomaba posesión física, se levantaba un acta, firmada por el propietario el representante de la autoridad y los testigos presénciales. Con el tiempo estas mercedes originaron grandes haciendas.